Manejar un nivel de deuda excesivo en tu tarjeta de crédito puede ser muy estresante. En muchos casos, se tienen que hacer fuertes reajustes al presupuesto familiar y mantener los gastos a raya por un buen tiempo. Por lo tanto, una pregunta bastante común de mis clientes cuando finalmente terminan con esta situación es la siguiente: si ya liquidé mis tarjetas de crédito, ¿debería cancelarlas?
Desafortunadamente, esta pregunta no se puede resolver con un rotundo “Sí” o “No”, pues ambas opciones tienen sus ventajas y desventajas. Dependerá de ti elegir cuál es tu mejor alternativa… por lo tanto, a continuación te doy mi perspectiva sobre ambas decisiones.
¿Qué pasa si cancelo mis tarjetas de crédito?
Desde mi punto de vista, una vez que terminamos de liquidar múltiples tarjetas de crédito que hemos tenido a tope, es una excelente decisión cancelar la mayoría de ellas. De esta manera, uno evita tener la facilidad para volver a endeudarse.
Cuando una persona o una familia llegan a un nivel de deuda muy elevado en relación a sus ingresos, por lo general se debe a que están manteniendo un estilo de vida superior al que realmente pueden solventar. Estar constantemente gastando más de lo que se gana conlleva a endeudarnos poco a poco hasta llegar al punto de tener deudas impagables. La única solución en este punto es reajustar los gastos y buscar pagar las tarjetas de crédito con montos mayores al pago mínimo. En los casos más extremos, es incluso mejor buscar un refinanciamiento o acceder a un crédito más barato para tener un pago fijo más asequible.
Muchas personas que terminan de pagar sus créditos vuelven a endeudarse en el futuro, pues se ven aliviadas de su carga financiera y sobre todo, tienen las herramientas disponibles para gastar —es decir, tienen las tarjetas de crédito libres de deuda—. Con esta situación, es muy fácil caer de nuevo en el vicio de gastar excesivamente, por lo tanto, cancelarlas evita la tentación de endeudarnos. La persona o familia no tiene más opción que adaptarse a su ingreso y administrar mejor su dinero.
En pocas palabras, el mayor beneficio de cancelar tus tarjetas es que aprendes a vivir con lo que ganas; a la larga, esto será lo mejor para tus finanzas, pues estarás ahorrándote una cantidad considerable de intereses.
Y… ¿cuál sería mi beneficio si decido mantener mis tarjetas?
El problema con cancelar todas tus tarjetas de crédito es que podrías afectar tu historial crediticio. Al quedarte sin tarjetas de crédito, puedes dejar de generar información para tu historial y en el futuro te será más difícil acceder a un crédito automotriz, hipotecario, o para iniciar un negocio. Así que piénsalo dos veces antes de cancelarlas de golpe.
Otra desventaja de cancelar tus tarjetas es que te limita tu acceso a crédito en caso de alguna emergencia. Si por alguna razón tienes algún accidente que requiera pagar deducible y no tienes ahorros, la tarjeta de crédito podría ser tu salvación inmediata. No tener ninguna tarjeta de crédito quiere decir que tus ahorros son la única fuente de efectivo en caso de situaciones inesperadas. Tendrías que administrarte mucho mejor para poder solventar emergencias.
Finalmente otra desventaja de deshacerte de todas tus tarjetas es que te quedas sin una herramienta que bien te puede servir como medio de pago. Esto sucede mucho con las compras en línea… por lo general te encuentras más protegido al comprar productos con tarjetas de crédito que con débito. Las disputas por fraudes con tarjetas de débito son más complicadas de resolver.
Conclusión
Dado todo lo anterior, debes tener presente que no es malo tener una tarjeta de crédito, pero sí necesitas ser muy responsable en su uso. En mi opinión, y hablando en términos generales, lo más conveniente sería liquidar aquellas tarjetas con el CAT más elevado y quedarnos con una única tarjeta como medio de pago y para utilizarla en casos de emergencia. De esta manera, también podrás seguir construyendo un buen historial crediticio.
El hecho de quedarte con una tarjeta no quiere decir que seguirá siendo extensión de tu ingreso, así que ten cuidado con volver a llevarla al límite de crédito. Recuerda que a la larga, contraer deudas excesivas será más doloroso para tus finanzas personas, pues el dinero que gastes en pagar los intereses bien podría irse a tu cuenta de ahorros.
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