Si leíste nuestra entrada anterior Deudas: ¿cuándo son buenas? recordarás que las deudas buenas son aquellas que, si las adquieres, te ayudarán a obtener un mayor ingreso en el futuro o te ayudarán a incrementar tu patrimonio neto.
Un crédito empresarial es considerado un ejemplo de deuda buena, puesto que las tasas de interés son relativamente bajas y en teoría ayudarían a financiar un proyecto o negocio cuya ganancia esperada sea mayor al costo del financiamiento. Esto, sin duda, podría ser de gran apoyo para acelerar el crecimiento de tu empresa.
Si aún no estás convencido de obtener un crédito para tu negocio, te comparto a continuación cuatro beneficios que puedes obtener de un crédito empresarial:
Tienes acceso a liquidez inmediata
Para cualquier emprendedor, la liquidez o la disponibilidad de efectivo de manera inmediata es sumamente importante para mantener el negocio a flote. Es decir, se necesita disponer efectivo para pagar la nómina, liquidar cuentas pendientes con proveedores, pagar servicios o la renta de tu local, entre múltiples obligaciones.
En ocasiones no se suele contar con el suficiente efectivo a la mano, por lo que un crédito empresarial te permitirá acceder al dinero que te falta para pagar tus obligaciones a corto plazo. Por lo tanto, un crédito empresarial se convierte en una herramienta ideal para obtener liquidez de manera inmediata.
Te ayudará a fortalecer tu ciclo de operaciones
En muchos negocios, es sumamente común aceptar ventas a crédito. En términos generales, vender a crédito es beneficioso para un negocio porque puedes atraer a más clientes. Esto se traduce en un mayor volumen de ventas para el emprendimiento y, por ende, se esperaría obtener mayores ganancias del negocio.
Sin embargo, el asunto puede volverse complicado en el momento en que tienes que comprar insumos a tus proveedores o cuando toca pagar la nómina y los servicios de tu local o bodega. Si tus clientes aún no te pagan para el momento en que necesitas cubrir tus obligaciones a corto plazo, un crédito te ayudará a sostener el ciclo de tus operaciones hasta el momento en que cobres tus facturas pendientes.
Gran parte de los créditos empresariales se utilizan para obtener capital de trabajo —es decir, efectivo para abastecerse de inventario y pagar pasivos a corto plazo—. Puedes utilizar el crédito a tu favor para hacer frente a las necesidades de efectivo mientras esperas el pago de clientes.
Tu negocio crece sin diluir tu participación
Si leíste nuestra entrada anterior Financiamiento para tu negocio: ¿Deuda o Capital? recordarás que existen dos maneras de financiar un negocio: a través de deuda o capital.
Cuando se recibe financiamiento a través de una deuda, el prestatario recibe fondos de un prestamista que suele ser un banco o una institución financiera. El prestatario, a su vez, se compromete a pagar el monto prestado más los intereses pactados por un cierto periodo de tiempo. La relación entre prestamista y prestatario termina en el momento en que se liquida el crédito.
Por otra parte, cuando hablamos de financiarnos con capital, nos referimos al proceso de obtener fondos al vender una parte de la propiedad de la empresa. Es decir, a diferencia de las deudas, el vender una fracción de la empresa convierte a la contraparte en dueño de una parte proporcional de la empresa: por lo tanto, tiene derecho a recibir ganancias futuras de la empresa. La relación entre ambas partes se desarrolla de manera indefinida.
Es un hecho que, en determinadas circunstancias, es indispensable inyectar recursos a la empresa para potenciar su crecimiento. La ventaja de obtener un crédito empresarial para este objetivo es que no tendrás que vender un porcentaje de tu empresa a ninguna persona para obtener recursos. Solamente te comprometes a pagar el crédito y sus intereses correspondientes.
Crearás historial crediticio
Finalmente, y al igual que sucede a nivel personal, obtener créditos empresariales ayudará a crear historial crediticio para tu negocio. Si realizas el pago de tu crédito en tiempo y forma, en un futuro volverás a tener acceso a otros créditos que posiblemente tengan una tasa de interés menor.
Al tener un buen historial crediticio, también es posible obtener mayor flexibilidad en el esquema de pagos de futuros créditos, y a su vez, otras instituciones bancarias querrán ofrecerte sus productos financieros. Esto sin duda aumentará las posibilidades de crecimiento de tu empresa en el futuro.
En conclusión, obtener un crédito empresarial es una buena forma de obtener financiamiento sin tener que ceder participación de tu empresa a otras personas. Si tienes buenas proyecciones de tu negocio, piérdele miedo a los créditos, y utilízalos como fuente de efectivo para acelerar el crecimiento de tu emprendimiento.
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