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Deudas: ¿cuándo son buenas?

Para la mayoría de los mexicanos, el tema del endeudamiento suele provocar dos reacciones muy extremas entre sí: algunos le tienen un pavor impresionante a cualquier tipo de deuda, y a otros les parece un tema tan irrelevante que no les interesa en lo absoluto endeudarse cada vez más y más.

Es importante entender que las deudas no necesariamente son malas. Lo que es malo es el sobreendeudamiento… es decir, cuando tus deudas son tan grandes que se vuelven impagables. Así que a continuación voy a explicarte la diferencia de una buena y una mala deuda, y qué tipo de créditos son los que te conviene tomar.

¿De qué depende que una deuda sea buena o mala?

Las deudas que se pueden considerar buenas son aquellas que, si las adquieres, te ayudarán a generar un mayor ingreso en el futuro, o te ayudarán a incrementar tu patrimonio..

¿Qué tipo de deudas cubren estos requisitos? Algunos ejemplos clásicos son los siguientes:

  • Crédito educativo: terminar una carrera universitaria es una buena razón para endeudarte, puesto que te abre camino a tener mejores oportunidades de empleo y a incrementar el sueldo potencial que tendrás al graduarte. Este tipo de créditos por lo general se pagan durante los primeros años de carrera laboral y una vez que terminan… todo el ingreso de tu vida profesional será únicamente para ti.
  • Crédito hipotecario: además de que las tasas de interés de los créditos hipotecarios son relativamente bajas, endeudarte para tener tu propia casa es un ejemplo de una buena deuda. En este caso estarías ahorrándote el valor de la renta que tendrías que pagar para poder vivir, y además el costo de los bienes inmuebles por lo general va en aumento conforme pasa el tiempo. Al momento de terminar de pagar tu crédito, la plusvalía que tendrá tu casa probablemente reduzca el impacto de la deuda en tu patrimonio neto.
  • Crédito empresarial: endeudarse para llevar a cabo un proyecto o negocio cuya ganancia esperada sea mayor a la tasa de interés del crédito es el mejor ejemplo de una buena deuda. Básicamente estás incrementando tus ganancias utilizando dinero ajeno: no hay mejor forma de utilizar las deudas a tu favor que ésta.

Por otra parte, las deudas que se podrían considerar malas son aquellas que reducirán tu ingreso disponible en el futuro al utilizarlo para comprar algo el día de hoy. O también, serían deudas malas las que reduzcan tu patrimonio al terminar de pagarlas.

Excederse en deudas “malas” puede provocar grandes dificultades financieras a largo plazo. Así que lo mejor es evitarlas o reducirlas en la medida de lo posible. Algunos ejemplos de deudas malas son las siguientes:

  • Compras a crédito de productos perecederos: ¿sueles comprar tu ropa o zapatos a crédito? ¿Pides préstamos para irte de viaje o tener el celular más nuevo? Endeudarse con cualquier artículo cuyo valor disminuya con el tiempo es ejemplo de una mala deuda. En este caso estarás pagando intereses por estos préstamos y al final del crédito muy probablemente el artículo que compraste ya ni siquiera sea útil o tenga valor de reventa. Es preferible ahorrar para darte gustos en viajes o ropa y evitar pagar intereses. Tus finanzas te lo agradecerán.
  • Crédito automotriz: ¿sabías que una vez que sacas un automóvil nuevo de la agencia, éste disminuye su valor automáticamente? Los carros son bienes que se van depreciando, o van perdiendo su valor con el uso, así que estar pagando créditos automotrices no es la mejor opción para tus finanzas. Si quieres un auto y no tienes el monto completo para pagarlo, puedes pedir un financiamiento, mas es recomendable pagarlo anticipadamente para evitar los intereses durante todo el plazo del crédito.
  • Tarjetas de crédito: éstas son de las peores fuentes de financiamiento, porque generalmente tienen las tasas de interés más elevadas. Si no tenemos el hábito de liquidar nuestras tarjetas y sólo pagamos el mínimo, estamos incrementando exponencialmente el valor de nuestras deudas. Así que procura utilizarlas sólo como medio de pago y trata de pagarlas puntualmente en cada corte.

Entonces… ¿qué hago si la mayoría de mis deudas son malas?

El punto de catalogar una deuda como “buena” o “mala” es que tomes consciencia de las razones por las que te endeudas. Si estás adquiriendo deudas porque no tienes la paciencia de ahorrar para obtener lo que quieres, es momento de evaluar si tus hábitos de gasto son apropiados. A la larga, esta desesperación por adquirir productos a crédito puede poner en riesgo tu futuro financiero.

Si actualmente cuentas con un par de deudas “malas”, no te preocupes. Enfócate en pagarlas y hacer ajustes a tus gastos. Eventualmente podrás salir de ellas y canalizarás tus ingresos de una mejor manera.

Recuerda, el poder de cambiar tu panorama financiero está en tus manos. Pequeños cambios en tus hábitos actuales pueden hacer una gran diferencia en tu bienestar económico.

¿Necesitas ayuda para reestructurar tus deudas? ¿Quieres liquidar tus tarjetas pero no sabes cómo hacerlo? ¡Contáctanos! Estamos a tu disposición para lo que necesites.