¿Has escuchado alguna vez la frase “Cuando el dinero sale por la puerta, el amor salta por la ventana”?
Los conflictos derivados de temas financieros en pareja suelen ser una de las razones principales de ruptura. Estos problemas usualmente surgen por la falta de comunicación, lo que conlleva a una incompatibilidad de metas financieras que finalmente provoca problemas en la pareja.
Si actualmente estás en una relación seria, dudo mucho que quieras tener conflictos de algún tipo con tu pareja. Por lo tanto, si quieres cuidar tu relación en estos asuntos, a continuación te comparto tres red flags que deben evitar:
Ocultar gastos
Independientemente de la forma en que manejen sus finanzas —es decir, que tengan cuentas compartidas o mantengan sus ahorros separados—, es importante que exista comunicación respecto a cualquier gasto relevante para sus finanzas. Al ocultar gastos, no solamente estarás engañando a tu pareja, sino que también podrías dañar cualquier meta u objetivo financiero que tengan en común.
Imagínate que tú y tu pareja tienen el objetivo de comprar la casa de sus sueños. Ambos comienzan a ahorrar… pero sin previo aviso tu pareja utiliza una parte significativa de sus ahorros para comprar un coche nuevo. ¿Te sentirías cómod@ sabiendo que esa compra puede comprometer el hecho de comprar una casa juntos?
No ser transparentes con sus deudas
Algunas personas suelen ocultar su nivel de endeudamiento por pena o vergüenza. Y si bien no es necesario que todo el mundo sepa tus problemas de deudas, sí es importante que tu pareja esté enterada de estos asuntos.
El no saber la realidad financiera de tu pareja puede provocar dificultades al momento de querer lograr algún objetivo compartido, como lo puede ser el adquirir un crédito automotriz o hipotecario. Recordemos que algunos de estos créditos requieren combinar los ingresos de la pareja para obtener un mayor monto de financiamiento, o una mejor tasa de interés. Si una de las partes cuenta con un mal historial crediticio, la solicitud de crédito podría ser rechazada, o en su defecto, tendría una tasa de interés sumamente elevada.
Así que, si cuentas con deudas actuales, lo mejor es compartirlo con tu pareja y armar un plan en conjunto para liquidarlas lo más pronto posible.
No compartir metas o hábitos financieros
Si tu pareja es de las personas que se gastan la quincena apenas llega, en tanto que tú sí tienes el hábito del ahorro… esto puede ser motivo de conflicto conforme pase el tiempo. Y la razón es sencilla: la persona que ahorra puede sentir que el peso financiero de sus metas compartidas recae únicamente en ella.
Si tú y tu pareja cuentan con hábitos financieros muy diferentes, lo mejor es comunicar tus incertidumbres sobre el tema, y llegar a un punto medio para poder ahorrar sin sacrificar excesivamente el estilo de vida actual. De esta manera, será más fácil adoptar hábitos de ahorro en conjunto, y la presión financiera se disipará.
Como puedes observar, las tres red flags mencionadas en esta entrada se pueden resolver con una palabra clave: comunicación. No importa cuál sea el problema o la situación particular que estén enfrentando… si la pareja cuenta con una buena comunicación, será más fácil resolver cualquier conflicto que se avecine.
Y entonces… ¿estás listo para hablar de finanzas con tu pareja?
Si te intereso esta entrada puedes leer ¿Cómo manejar tus finanzas en pareja?
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