Hoy me decidí a hablarte sobre los errores financieros más comunes y cómo puedes evitarlos. ¡Sigue leyendo para más información!
A lo largo de mi experiencia como asesora financiera, distintas personas me han buscado para ayudarlas a lograr sus objetivos. Desde ahorrar para un viaje; pagar un seguro médico; hasta para crear un fondo para el retiro y aprender a invertir. Aunque los motivos sean diversos, lo cierto es que todas estas personas han recurrido a una asesoría financiera por la misma razón: al día de hoy saben que necesitan cambiar algo en sus finanzas para alcanzar sus metas.
Tener unas finanzas saludables es mucho más fácil de lo que crees. Sé que las deudas, los gastos inesperados y la eternidad entre una quincena y otra lo hacen parecer lo contrario… pero muchas veces tan sólo basta unos pequeños ajustes a nuestro presupuesto para alcanzar la estabilidad financiera y aprender de nuestros errores.
Tener demasiados gastos hormigas
Como hemos comentado en nuestra entrada anterior, Extermina tus gastos hormiga, los gastos “hormiga” son desembolsos de dinero pequeños que hacemos a diario y muchas veces de manera inconsciente. La suma de muchos gastos hormiga pueden, a la larga, representar una gran parte de tu ingreso que bien podrías estarlo ahorrando, o usando para alguna meta en específico distintas a este error financiero.
Un café de Starbucks tres veces por semana te puede representar un gasto mayor a $3,000 pesos mensuales. Comer a diario en restaurantes podría costarte más de $2,300 pesos al mes. ¡Y fumar una cajetilla diaria representa más de $16,000 pesos mensuales! ¿Ahora sí visualizas el gran impacto de todos estos gastos?
Para evitar o reducir el monto de tus gastos hormiga, lo primero que debes hacer es revisar minuciosamente tus gastos y empezar a contabilizar hasta el desembolso más pequeño. De esta manera podrás darte cuenta en dónde se te está yendo tu dinero y podrás establecer límites de gasto de acuerdo a tu estilo de vida. Si llevas el control de tus desembolsos a través de un presupuesto, será más fácil evitar estas tentaciones.
Pagar membresías sin límite
¿Eres fan de tener suscripciones para todo? Por ejemplo, ¿tienes cuenta en Netflix, Amazon Prime, Youtube Premium, o Spotify y además pagas cable? Si tu respuesta es sí, quizá sea momento de revisar si vale la pena tener todas y cada una de estas membresías sin fecha de expiración.
Pagar por muchas membresías o suscripciones está mermando poco a poco tu ahorro potencial de manera mensual… y lo peor es que en muchas ocasiones, estos beneficios no se aprovechan del todo, por lo que sólo estamos tirando nuestro dinero a la basura.
Para evitar este error, lo mejor es evaluar qué tan útiles son cada una de nuestras suscripciones y cancelar aquellas que están de más en nuestras finanzas. Ojo, aquí no sólo aplican los servicios de streaming… bien puedes estar gastando considerablemente en tu Rappi Prime, Uber Pass, gimnasios, clases de baile online, entre otros. Has una lista de todos los servicios que tengas y evalúa su costo/beneficio para quedarte sólo con aquellas que realmente te aporten valor.
Considerar el crédito como una extensión de tu ingreso
Muchas personas consideran que la tarjeta de crédito, o los préstamos, son extensiones de su ingreso… lo que significa que pueden gastarse la quincena y además tener la línea de crédito a tope. El no entender que una deuda es una obligación que se tiene que pagar con intereses –que por lo general son bastante elevados– es uno de los peores errores que puedes cometer en el manejo de tus finanzas.
Si actualmente gastas más de lo que ganas, y muy apenas puedes cubrir los pagos mensuales de tus créditos, lo mejor que puedes hacer es reducir tus gastos no esenciales y dirigir la mayor parte de tu flujo de efectivo al pago de deudas. Al hacer pagos con abono a capital, irás reduciendo el monto que tendrás que pagar por intereses al final de tu deuda… así que entre más pronto empieces, ¡mejor!
Comprar un auto nuevo
El considerar la compra de un auto nuevo como un “error financiero” puede ser un tanto controversial, pero creo firmemente que esta decisión no es conveniente para las finanzas personales de todos. Y a continuación te explico por qué:
Un coche nuevo es un activo que se deprecia conforme pasa el tiempo. Seguramente habrás escuchado que los autos nuevos pierden valor al momento de salir de la agencia… y año con año, el valor de mercado disminuye. Esto quiere decir, que podrás vender tu coche a un precio menor entre más tiempo pase desde tu fecha de adquisición.
Si quisieras comprar un coche de agencia, pero no tienes el dinero a la mano, tendrías que recurrir a un crédito. Al adquirir un crédito, inevitablemente pagarás intereses por él. Por lo tanto, has tomado dos decisiones financieras erróneas: adquiriste una deuda y tendrás que pagar intereses por un activo que, tras finalizar el crédito, valdrá mucho menos de lo que pagaste por él.
La manera de evitar el error aquí es sencilla: si no tienes el dinero a la mano para pagar el coche de contado… mejor no lo compres. Es preferible que adquieras un coche semi nuevo que sí esté en tu presupuesto y te evites de deudas innecesarias. Siempre hay maneras más económicas de transportarse.
¡Y aquí terminamos por hoy! Como hay suficiente material para hablar de más errores financieros, haremos una segunda parte de esta entrada, ¡así que mantente atento!
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