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Esquema de pago mixto: ¿le conviene a mis finanzas?

esquema

En México, una situación bastante común en el entorno laboral es que te ofrezcan un trabajo con un esquema de pago mixto. A primera vista, este modelo puede parecer atractivo, pero es importante analizar cuidadosamente sus implicaciones para tus finanzas a corto y largo plazo. En este artículo, exploraremos qué es el esquema de pago mixto, sus beneficios, desventajas y cómo afecta tus derechos como trabajador.

¿Qué es un esquema de pago mixto?

El esquema de pago mixto combina dos componentes para integrar tu sueldo total: un porcentaje se paga a través de nómina, y el resto, por honorarios o asimilados a salarios. La parte de nómina te otorga acceso a beneficios como el IMSS, el AFORE, aguinaldo y utilidades. Por otro lado, la parte de honorarios usualmente no está sujeta a las mismas obligaciones fiscales, lo que te deja un mayor ingreso neto.

Por ejemplo, si tienes un sueldo mensual de $10,000, podrías estar cotizando ante el IMSS únicamente con el salario mínimo, mientras el resto se te paga “por fuera”. Aunque esto puede parecer beneficioso en términos de ingresos inmediatos, tiene consecuencias importantes que debes considerar.

Beneficios “aparentes” del esquema mixto

De entrada, este esquema parece atractivo debido al incremento en el ingreso mensual que recibes, ya que una menor parte de tu sueldo está sujeta a impuestos y contribuciones. Esto significa que, quincena tras quincena, tendrás más dinero disponible.

Además, los empleadores suelen argumentar que este modelo cumple con lo “esencial” para proteger al trabajador, ya que estarás dado de alta en el IMSS. Esto puede dar la impresión de que estás asegurado contra cualquier contingencia, mientras te beneficias de un ingreso neto mayor.

Las desventajas: el costo oculto del esquema mixto

Aunque recibir más dinero parece una ventaja, el esquema mixto tiene desventajas significativas que podrían impactar negativamente tus finanzas a largo plazo:

  • Prestaciones reducidas: Tus prestaciones, como aguinaldo, pago de utilidades, indemnización y finiquito, se calculan únicamente sobre el sueldo registrado en la nómina. Si cotizas con el salario mínimo, estas cantidades serán considerablemente menores. Esto también afecta tus aportaciones al AFORE e INFONAVIT, impactando tu capacidad para jubilarte dignamente o adquirir una vivienda.
  • Aportaciones incompletas al IMSS y al INFONAVIT: Cuando tu salario reportado es inferior al real, los beneficios que recibes del IMSS se limitan, incluyendo incapacidades, servicios médicos y licencias de maternidad. De igual forma, al INFONAVIT se le reportan menores aportaciones, lo que disminuye tu acumulación de puntos para solicitar un crédito hipotecario.
  • Vulnerabilidad ante el desempleo: En caso de despido, tu indemnización y finiquito estarán basados en el salario registrado ante el IMSS, no en el total que realmente recibías. Esto puede dejarte en una posición desfavorable para cubrir tus necesidades mientras encuentras otro empleo.
  • Riesgos legales para el empleador y el empleado: El esquema mixto, en la mayoría de los casos, es una práctica ilegal según la Ley del Seguro Social. Los patrones que implementan este modelo buscan reducir costos a expensas de tus derechos laborales. Aunque puedes demandar para regularizar tu salario, este proceso puede ser largo y desgastante.

¿Cómo tomar una decisión informada?

Antes de aceptar un trabajo con esquema mixto, te recomiendo considerar los siguientes puntos:

  • Haz cálculos detallados: Compara el ingreso total que recibirás en un empleo con pago mixto frente a uno 100% por nómina. Incluye las prestaciones que estarías perdiendo, como el aguinaldo y las aportaciones al AFORE.
  • Evalúa el impacto a largo plazo: Aunque el ingreso inmediato parezca mayor, el impacto en tu retiro, acceso a créditos y protección en caso de despido puede ser considerable.
  • Consulta a un asesor fiscal: Entender cómo reportar correctamente tus ingresos y cuáles son tus derechos es esencial para evitar problemas legales o fiscales.
  • Considera denunciar: Si ya estás trabajando bajo un esquema mixto y te sientes afectado, puedes presentar una denuncia ante el IMSS o el SAT. Esto puede ayudarte a exigir la regularización de tu salario.

¿Qué hacer si no tienes otra opción?

Si las circunstancias te obligan a aceptar un empleo con este esquema, utiliza esta posición como una solución temporal mientras buscas algo mejor. Prioriza ahorrar e invertir una parte de tu ingreso adicional para compensar la falta de aportaciones al AFORE y otras prestaciones.

Además, documenta toda la información relacionada con tu salario y prestaciones. Esto será clave si decides iniciar un proceso legal para hacer valer tus derechos en el futuro.

En conclusión, el esquema de pago mixto puede parecer una opción financiera atractiva a corto plazo, pero sus desventajas pueden ser significativas y afectar tu calidad de vida en el largo plazo. La disminución de tus prestaciones, el impacto en tu fondo para el retiro y la vulnerabilidad legal que conlleva hacen que este esquema sea menos conveniente de lo que aparenta.

Si estás en un empleo que utiliza este esquema, considera tus opciones cuidadosamente. Denunciar estas prácticas es tu derecho, pero si prefieres evitar problemas legales, prioriza encontrar un empleo que respete tus derechos laborales en su totalidad. Recuerda que, a largo plazo, un salario justo y transparente siempre será la mejor inversión para tu futuro financiero.

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