La mayoría de las personas sabe que para ser candidato a un préstamo a una tarjeta de crédito con el banco se requieren dos cosas: un buen historial crediticio y capacidad de pago.
Un buen historial crediticio se logra a través de pagos oportunos de créditos actuales y pasados. Por su parte, una buena capacidad de pago se refiere a la cantidad máxima de tus ingresos que puedes destinar al pago de tus deudas. La capacidad de pago se calcula restándole tus gastos fijos a los ingresos mensuales que percibes: entre más alto sea este número, es mejor para tu solicitud de crédito.
Sin embargo, a pesar de no tener mal historial crediticio y tener buena capacidad de pago, en ocasiones tus solicitudes de crédito pueden ser rechazadas por otros motivos. Los bancos no suelen dar mayor detalle sobre el rechazo de tu solicitud. Por lo tanto, a continuación, te hablaré sobre cuatro razones por las cuáles los bancos no están aprobando tu solicitud de crédito:
No tienes historial crediticio
Posiblemente pienses que como no tienes deudas, no tienes mal historial… por lo tanto, ¿por qué no habrían de darte crédito, si nunca has quedado mal con ninguna institución?
Lo cierto es que los bancos consideran a las personas sin historial crediticio casi tan riesgosas como las personas con un mal historial. Al no tener ninguna evidencia pasada sobre tu comportamiento de pagos, es imposible saber si serás responsable con el pago de tus créditos. Por lo tanto, para evitar riesgos innecesarios, se rechazan las solicitudes de personas sin registro en Buró de Crédito.
Si actualmente no cuentas con historial crediticio, te recomendamos leer nuestra entrada 4 maneras de iniciar tu historial crediticio para que veas las alternativas que tienes para crear historial.
Confundiste el ingreso bruto con el ingreso neto
La mayoría de las tarjetas de crédito establecen un ingreso mínimo mensual como requisito para solicitar la línea de crédito. Puedes pensar que eres candidato a alguna tarjeta en específico si comparas el requisito con tu sueldo bruto… sin embargo, la realidad es que este número se refiere al ingreso neto, o los ingresos después de impuestos.
Este razonamiento es lógico: el dinero que efectivamente recibes de tu nómina es el monto que resulta después de descontarte el ISR, IMSS, entre otras deducciones. Esta cantidad es la que realmente puedes utilizar para el pago de tus gastos cotidianos, incluyendo las mensualidades de tu línea de crédito o deuda. Por lo tanto, a los bancos les importa tu sueldo neto en vez del sueldo bruto.
Si llenas una solicitud de crédito con tu ingreso bruto, esto también puede causar inconsistencias con tus recibos de nómina. Así que, para evitar problemas, los bancos rechazan automáticamente las solicitudes de crédito que no cumplen el requisito de los ingresos mínimos o que presentan inconsistencias en este rubro.
Vives en un domicilio rentado
Las solicitudes de crédito suelen cuestionar sobre la naturaleza de tu domicilio. Es decir, se toma en cuenta si vives actualmente en una casa o departamento rentado.
¿Por qué es relevante el hecho de vivir en un domicilio alquilado? Lo que sucede es que el hecho de pagar renta reduce tu ingreso disponible… que, para el banco, esto se traduce en un sujeto con mayor riesgo de crédito. Imagínate que te quedas sin trabajo: probablemente te preocupe más pagar las rentas que las tarjetas de crédito, ¿no crees? Por lo tanto, entre mayor sea el monto de tu renta, es más probable encontrar un rechazo en tu solicitud de crédito.
Tienes un gran número de consultas en Buró de Crédito
Quizá te sea urgente adquirir un préstamo o una tarjeta de crédito, y por lo tanto decides presentar tu solicitud a distintas entidades en un plazo de tiempo muy corto… esperando así incrementar las probabilidades de éxito. Sin embargo, ocurre justamente lo contrario: todas las instituciones te rechazan la solicitud.
Un aspecto que los bancos consideran para aceptar o rechazar una solicitud de crédito es el número de consultas que tienes en Buró de Crédito en los últimos meses. Si detectan que muchas instituciones están revisando tu historial al mismo tiempo, esto puede ser un indicador problemático para ellos… pues les da pie a pensar que te han rechazado en otras instituciones. Así que, para evitar riesgos, ellos también te niegan el crédito.
Una manera de evitar esta situación es esperar al menos un par de meses entre una solicitud de crédito y otra. Así no disminuirás tu score crediticio en vano.
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