Cuando piensas en dinero, ¿qué es lo primero que se te viene a la mente? La mayoría de las personas lo relacionan con números, reportes, inversiones, compras o ventas… un montón de conceptos que sólo reflejan bienes materiales. Números fríos.
Sin embargo, el dinero es un concepto que va mucho más allá de ser simples números que reflejan nuestra situación financiera. Queramos admitirlo o no, el dinero nos provoca sentimientos que pueden ser buenos y malos. Muchas veces tomamos decisiones financieras con el corazón y no con la cabeza… y eso puede generarte mucha ansiedad.
El día de hoy te hablaré sobre el aspecto emocional del dinero y cómo manejar estos sentimientos en tu vida diaria.
¿Por qué el dinero provoca sentimientos tan intensos en tu vida?
Aceptar que el dinero es una parte fundamental en nuestra vida no es malo. Al contrario, cuando decides darle la importancia que merece, es cuando comienzas a generar un cambio en tu situación financiera actual; necesitas dinero para vivir, y desafortunadamente esto es una realidad que no puedes cambiar.
Si nos remontamos a los orígenes del dinero, vemos que inicialmente fue concebido como un medio de cambio: una manera de facilitar transacciones de bienes que las familias realizaban para cubrir sus necesidades. En el pasado, antes de que existiera el dinero tal y como lo conocemos hoy en día, lo que sucedía es que las personas intercambiaban productos que necesitaban por artículos que ellos mismos producían. Así, cada quién obtenía lo fundamental para sobrevivir. A este sistema se le llamaba trueque.
El dinero nace a raíz de la dificultad de encontrar personas que fabricaran exactamente lo que necesitábamos, y que además estas personas desearan nuestros productos. Con el paso del tiempo, se acordó un sistema en donde el dinero era un medio de pago universalmente aceptado para comprar todas aquellas cosas necesarias para sobrevivir… y aquí encontramos la palabra clave: medio. El dinero es sólo un medio para llegar a los productos que necesitamos.
¿Por qué provoca sentimientos tan intensos? Porque tener dinero significa que vamos a tener no sólo lo que necesitamos, sino también lo que anhelamos y deseamos… esto nos hace sentirnos felices, seguros y tranquilos. Por otra parte, la falta de dinero o la incertidumbre sobre el mismo provoca miedo y malestar. Porque no sabemos a ciencia cierta si podremos cubrir siquiera nuestras necesidades básicas.
¿Cómo puedo manejar las emociones que me produce el dinero?
Si bien el dinero es sumamente importante porque gracias a él podemos cubrir nuestras necesidades básicas… también es fundamental recordar que únicamente es un medio y no el fin último en tu vida. El dinero que ganes debes utilizarlo para un propósito; si no lo haces así, es muy fácil perder noción de tu propio bienestar.
Si nos enfocamos en ganar más y más dinero, nos podremos encontrar en un círculo vicioso en donde jamás tendremos suficiente. Obtener dinero causa divorcios, peleas familiares, y se pierden amistades… ¿vale la pena perder a los seres que más amas por tener más dinero? O incluso si lo quieres ver de otra manera: imagínate que trabajas demasiado para volverte millonario. Tanto al punto en que te sientes cansado, estás enfermo o no tienes tiempo para dedicarle a tu familia. ¿De qué sirve tener tanto dinero si no tienes tiempo para disfrutarlo? ¿No sería mejor tener un mayor balance y más tiempo para disfrutar la vida?
También si ves el otro lado de la moneda… hay quienes tienen la necesidad de gastar constantemente para llenar un vacío en sus vidas. Les importa demasiado lo que piensen los demás de ellos mismos y se crean un estilo de vida tan lujoso que es imposible de pagar. Para mantener este nivel de vida se endeudan, y luego llega un punto en que son incapaces de pagar sus deudas… entonces ahora no les alcanza ni para pagar la renta. ¿Realmente vale la pena el uso desenfrenado del dinero, si al final te vas a encontrar en una situación financiera tan crítica?
Opino que el verdadero balance se encuentra en un punto medio… sí debemos trabajar por nuestros sueños y metas financieras, pero nunca a costa de nuestra salud física y mental, o de la calidad de vida de uno mismo y su familia. Cada que sientas que el dinero te está causando algún malestar emocional, hazte la siguiente pregunta: ¿realmente vale la pena perder mi tranquilidad por dinero?
Sí… el dinero es importante. Pero el dinero viene y va. A lo largo de nuestra vida podremos tener épocas financieras buenas y malas.
Pero el amor de la familia, los amigos, y tu salud son invaluables. No dejes que el dinero te los arrebate.