¿Alguna vez te han ofrecido pagos “por honorarios” al momento de buscar trabajo?
Los “honorarios” son los ingresos que reciben las personas que prestan servicio de manera independiente a una empresa o persona física. A diferencia de un trabajo por nómina, el pago por honorarios no requiere cumplir con un horario fijo ni tampoco genera subordinación hacia la contraparte a la que se le otorga el servicio.
Trabajar por honorarios tiene sus ventajas y sus desventajas, al igual que el esquema de nómina. Por lo tanto, a continuación, hablaremos de ambas opciones para que elijas aquella que mejor se adapte a tus objetivos:
Implicaciones de trabajar por nómina
Primero que nada, es importante reconocer las características de un trabajo por nómina. Bajo este esquema de trabajo, generas una relación de subordinación con tu empleador que te obliga a cumplir con ciertas responsabilidades. Algunas de estas responsabilidades incluyen el cumplir con un horario de trabajo, desempeñar los servicios establecidos bajo la dirección de tu patrón, y avisar inmediatamente a tu empleador de las causas que te impidan asistir a tu trabajo.
A cambio de tu trabajo, obtienes por ley distintos beneficios como lo son el acceso a un sueldo o ingreso fijo, así como también las prestaciones de ley como el aguinaldo, prima vacacional, estar asegurado ante el IMSS, entre otras.
Trabajar por nómina es una excelente opción para aquellas personas que buscan tener estabilidad en sus ingresos, ya que las empresas están obligadas a realizar el pago oportuno de la nómina. No obstante, cabe mencionar que los trabajadores por nómina suelen tener la mayor carga fiscal en el país. En otras palabras, los trabajadores por nómina no tienen muchas opciones para reducir su base gravable: únicamente puedes hacer uso de tus deducciones personales para disminuir el total de impuestos a pagar.
Implicaciones de trabajar por honorarios
Cuando trabajas por honorarios, la relación de “subordinación” con el empleador no existe. Esto significa que no tienes la obligación de cumplir con un horario ni tampoco permanecer físicamente en las instalaciones de la empresa contratante. Bajo este esquema, es importante establecer en un inicio las condiciones para prestar tus servicios: puedes cobrar por horas trabajadas, por proyecto, o por número de entregables.
Trabajar por honorarios usualmente requiere estar dado de alta como Persona Física con Actividad Empresarial en el SAT. Esto significa que podrás deducir todos aquellos gastos relacionados a las actividades de tu negocio. Por ejemplo, si eres contador, puedes deducir la renta de tu local, la compra de computadoras o licencias de software. Todos estos desembolsos reducirán tu base gravable y por ende pagarás menos impuestos.
Otro beneficio del pago por honorarios es que puedes diversificar tus ingresos al tener varios clientes. Como no tienes una relación de “subordinado” con ninguna empresa, puedes trabajar con distintas entidades al mismo tiempo. Técnicamente, no existe un límite de ingresos cuando trabajas en esta modalidad.
No obstante, trabajar por honorarios implica que no tendrás acceso a prestaciones como aguinaldo o prima vacacional. Incluso, tú mismo tendrías que hacerte cargo de tu seguro de gastos médicos, puesto que no existe un empleador que haga esto por ti.
También, trabajar por honorarios tiene el riesgo de no percibir el mismo nivel de ingresos a lo largo del tiempo. Si varios clientes deciden cancelar tus servicios al mismo tiempo, o no pagan el total de tu factura en las fechas estipuladas, es posible que llegues a tener algún problema de liquidez o falta de efectivo. Será indispensable que cuentes con un fondo de emergencia para evitar inconvenientes.
En conclusión, ninguno de los dos esquemas es mejor que el otro. Más bien, dependerá de tu perfil como trabajador el establecer la mejor forma de laborar.
Desde mi punto de vista como financiera, trabajar por honorarios es una gran alternativa si lo que buscas es el camino del emprendimiento. Bajo este esquema, aprenderás a tener un mejor control de tu efectivo, así como también el negociar con clientes y hacerte cargo de tu contabilidad. Por otro lado, trabajar por nómina es una mejor alternativa para las personas que buscan seguridad financiera.
Por último, me gustaría comentarte que tengas cuidado con aquellos trabajos “por honorarios” que realmente se considerarían empleos de nómina. Algunas empresas, en afán de reducir sus gastos, buscan trabajadores que cumplan con todos los requisitos de un empleo de nómina sin brindarte prestaciones de ley. Puedes denunciar este tipo casos ante la Procuraduría Federal de la Defensa del Trabajo o PROFEDET para cualquier irregularidad en tu trabajo.
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