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Educación Financiera Capítulo I: Entender el valor del dinero en el tiempo

Tengo cierto tiempo ya escribiendo entradas para consejos financieros prácticos… desde cómo incrementar tus ahorros, hasta cómo comprender el cálculo del GAT y la conveniencia de los créditos. Sin embargo, creo que también es importante que mis lectores vayan un paso atrás y comprendan el origen de todos estos asuntos de dinero… ¿por qué nos cobran intereses cuando pedimos préstamos? ¿Por qué podemos obtener más dinero al invertir en la bolsa? Hoy voy a explicarles el origen de todo esto, que esencialmente se reduce a un concepto fundamental en finanzas: el valor del dinero en el tiempo.

“El tiempo es dinero”

Bien dijo Benjamin Franklin hace casi dos siglos que el tiempo es dinero; y nunca mejor dicho cuando hablamos de finanzas. Si lo pensamos de alguna manera, la frase tiene sentido a un nivel intuitivo y sencillo por una razón fundamental: si trabajamos para alguna empresa, intercambiamos tiempo de nuestra vida por dinero. Incluso si eres emprendedor o trabajas por tu cuenta, de cualquier manera realizas ciertas actividades que requieren de tu tiempo para generar dinero.

Cuando aplicamos esta frase en temas financieros, su significado varía levemente. Lo que quiero decir es que, para los financieros el dinero no vale lo mismo en un punto del tiempo y el otro.

¿Por qué? Existen dos razones fundamentales para que eso suceda:

  • La tasa de interés o de inversión: Si hoy en día tienes una cierta cantidad de dinero que no vas a gastar próximamente, podrías invertirlo al comprar acciones, pagarés o certificados de depósito. Al final de un plazo determinado tendrías el capital de tu inversión más un porcentaje extra por el simple hecho de no disponer de ese dinero durante el tiempo de tu inversión. Poniendo un ejemplo con números, si el día de hoy invirtieras $10,000 pesos a un certificado de depósito bancario con una tasa de interés del 5% anual, después de un año tendrías $10,500 pesos.
  • La inflación: Como vimos en una entrada anterior, la inflación es el aumento generalizado y sostenido de los precios, que finalmente provoca que conforme pase el tiempo nuestro dinero pierda valor adquisitivo. Ello quiere decir que podremos comprar menos cosas en el futuro con la misma cantidad de dinero que tenemos hoy en el presente.

Así que básicamente, como el dinero puede ser utilizado a través del tiempo para generar actividades, productos y servicios que generen valor, tenerlo a la mano implica que se puede invertir para multiplicarlo; así que al invertirlo en sus distintas modalidades, básicamente lo estás poniendo a manos de otra persona para que se genere más dinero y tú te beneficies indirectamente con ello. En el caso contrario, si tú mismo requieres un monto determinado de efectivo al día de hoy, tendrás que pagar el costo asociado a tu necesidad actual de tener el dinero en tus manos… pues básicamente a través de tu préstamo, estás evitando que otra persona goce del privilegio de utilizarlo en este mismo momento.

El concepto de la gratificación aplazada

Habiendo entendido la razón por la cual el dinero tiene un valor diferente en el tiempo, podemos pasar a otro concepto que también es muy importante para tus finanzas: la gratificación aplazada, o en inglés, delayed gratification.

En un mundo donde estamos acostumbrados a querer tener todo de manera inmediata, este concepto puede resultar un tanto estresante para tus hábitos actuales. Su significado es en esencia, que mientras más posterguemos un placer, tendremos una mayor recompensa por esperar a obtenerlo.

Este concepto aplica en muchísimos ámbitos. Si quisieras comprar un carro, por ejemplo… tendrías que ahorrar un par de años quizá para comprarlo de contado. Tomará tiempo llegar a esa meta, pero es asequible si organizas bien tus finanzas. Por otro lado, si aún no tienes el dinero pero quieres ese auto en este mismo momento, quizá te bastaría con ir a la agencia y pedir un préstamo. El costo por querer tu auto en este mismo instante te costará una buena cantidad de intereses por los próximos cuatro o cinco años.

Invertir tu dinero al día de hoy puede que no te represente mucho beneficio: al contrario, significa que no podrás utilizar ese monto para actividades más placenteras como viajar o comprarte un auto. Sin embargo, la recompensa al final de tu inversión en términos monetarios será mayor, y quizá en ese punto en el futuro donde retires tu dinero, tendrás una mayor cantidad de efectivo para realizar un viaje más largo, o comprar un mejor carro. La espera tiene su recompensa. Ése es el efecto de la gratificación aplazada.

¿Cómo utilizo el valor del dinero en el tiempo a mi favor?

Si ya sabemos que el dinero invertido aumenta su valor en el tiempo, y adquirir deuda implica reducir mi flujo de efectivo en el futuro… la situación ideal implicaría tener deuda cero y tener la mayor cantidad de dinero invertido de ser posible.

La realidad es que la vida cotidiana es más complicada de lo que parece en papel, y muchas veces tenemos que adquirir deudas para solventar algunos gastos grandes, así como también resultaría muy difícil que pudieras ahorrar el 90% de tu sueldo o tus ingresos para invertir. Por lo tanto, mi consejo es que siempre tengas en mente estos dos conceptos –el valor del dinero en el tiempo y la gratificación aplazada– para tomar decisiones más conscientes en tus finanzas y así tener el mayor beneficio de tu dinero dadas tus circunstancias.

Cada que vayas a hacer una compra… pregúntate a ti mismo: ¿realmente adquirir este producto me va a dar un beneficio a largo plazo? Comprar la despensa queda fuera de este pensamiento, pues es evidente que necesitamos alimentarnos para sobrevivir. Pero cuando se trata de un nuevo gadget o unos zapatos de 10,000 pesos, ¿realmente te brindarían un mayor beneficio dichas compras que ahorrar ese dinero e invertirlo para poder comprarte una casa en el futuro? Decidir ahorrar e invertir ese dinero para un bien mayor es una buena forma de utilizar a tu favor el valor del dinero en el tiempo, y eventualmente la recompensa para tu vida será mayor en el largo plazo.

¿Tienes dudas o comentarios? ¿Aún no estás seguro de cómo tomar mejores decisiones financieras? ¡No dudes en contactarnos! Estamos a tu disposición para ayudarte en lo que necesites.