¿Alguna vez has buscado la definición de la palabra “creencia”? Una creencia es esencialmente una idea o pensamiento que se asume como verdadero, sin tener necesariamente evidencia de que realmente lo sea. Las creencias son muy poderosas en nuestra vida, pues éstas le dan cierta estructura a nuestras ideas y pensamientos, además de regir hasta cierto punto la forma en que nos comportamos ante distintas situaciones.
En el ámbito de las finanzas es muy común encontrar ciertas creencias sobre el dinero que pueden limitar nuestra prosperidad financiera. Por lo tanto, es importante estar conscientes de ellas y desecharlas de una vez de nuestra vida. Así que a continuación te hablaré sobre cuatro creencias financieras que pueden estar saboteando tus sueños y metas financieras.
Tengo que ganar más dinero
Muchas personas consideran que para tener más dinero, necesitan ganar más dinero… y claro que tiene lógica, hasta cierto punto. Pero ganar más dinero no es del todo la solución para hacerse rico.
Imagínate que ganas $100,000 pesos mensuales, pero de este monto gastas $99,000 cada mes. Podrás estar generando mucho dinero, pero a final de cuentas tu nivel de ahorros será muy bajo y terminarás con poco dinero en los bolsillos. Por lo tanto, para lograr crear un patrimonio necesitas conjuntar tu generación de ingresos con un buen presupuesto de gastos. Puedes ganar $10,000 pesos mensuales, pero si eres capaz de mantener tus gastos en $5,000 pesos por mes, al final tendrás más ahorros que el primer caso que mencionamos. Y con una buena base de ahorros tendrás mayor estabilidad financiera, podrás acceder a mejores instrumentos de inversión y lograrás con mayor facilidad tus metas financieras.
Tengo que trabajar más tiempo
Se tiene la idea que para ganar más dinero, necesitas trabajar más tiempo. Y bueno… lo cierto es que si trabajas horas extra en tu empleo y te las pagan dobles o triples, seguramente tendrás más dinero a que si no lo hicieras. Pero no necesariamente trabajar más te llevará a tener más dinero.
Cuando vendemos nuestro tiempo a las empresas, es evidente que nuestra capacidad para generar dinero provendrá de más horas de trabajo. Pero… cuando hablamos de vender un producto o escalar un modelo de negocio, tus ingresos estarán en función de otras variables, como el volumen de las ventas, el margen de utilidad de tu producto o la logística del negocio.
Cuando pones tu dinero a trabajar por ti, no necesitas invertir más tiempo para ganar dinero. Si compras acciones en la bolsa de valores o inviertes en un negocio, estas inversiones generarán un rendimiento sin que tengas que invertir más horas de trabajo. Por lo tanto, no limites tu capacidad para ganar dinero únicamente en función del tiempo.
Se necesita dinero para hacer más dinero
Si bien es mucho más sencillo tener un capital inicial para invertir en algún negocio o comprar instrumentos bursátiles, no es regla absoluta ni requisito fundamental contar con dinero para empezar a crear tu patrimonio. No todas las personas que son millonarias nacieron siéndolo… también se puede lograr la prosperidad financiera desde cero.
¿Quieres tener dinero, pero no cuentas ni siquiera con ahorros? Quizá tengas que comenzar por tener un empleo y empezar a ahorrar parte de tu sueldo. Una vez que cuentes con lo suficiente para un fondo de emergencia, podrás ir utilizando el excedente de tus ahorros para invertirlos en instrumentos financieros… o quizá podrías iniciar un negocio que no requiera grandes inversiones. Todo dependerá de tu creatividad para llegar a tu meta. No limites tus opciones sólo por falta de capital.
El éxito es cuestión de suerte
Es muy común pensar que empresarios exitosos tienen dinero por un golpe de suerte… pero la realidad es que muchos de ellos sumaron una gran cantidad de fracasos antes de llegar a su meta. A través de los fracasos se obtienen aprendizajes, y si algo falló en tu anterior negocio, muy seguramente no te volverá a ocurrir en una siguiente ocasión. Poco a poco irás puliendo tu modelo de negocios hasta llegar a la fórmula ganadora.
¿Sigues sin creerme? Quizá con los ejemplos que te doy a continuación te darás cuenta que el éxito no depende solamente de la suerte. Por ejemplo J.K. Rowling, la famosa escritora de Harry Potter fue rechazada inicialmente en doce casas editoriales… si se hubiera quedado con el primer rechazo, hoy en día su historia sería muy diferente. Sin embargo, no cedió ante su sueño y fue sólo hasta que se acercó a la editorial Bloomsbury Publishing que logró que se publicara su primer libro.
Otro gran ejemplo de perseverancia para alcanzar el éxito es Walt Disney, quien fue despedido de un periódico a falta de “creatividad”. Después fundó su primera empresa de animación y eventualmente quebró. No fue hasta que creó la película Blancanieves que por fin vio el inicio de una gran lista de películas exitosas y taquilleras.
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Entonces… ¿estás dispuesto a dejar tus prejuicios y perseguir tus sueños?
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